EMPLEO
El grupo Konecta paraliza el proyecto
que generaría 200 empleos en Caspe
La situación económica obliga a la compañía de externalización
de servicios a posponer su llegada sine die.
El grupo Konecta, especializado en la externalización de servicios
de empresa ('outsourcing'), ha decidido paralizar el proyecto de instalación de
un centro de trabajo en la localidad zaragozana de Caspe, que tenía previsto
crear unos 200 puestos de trabajo.
Tres años después de la presentación de la iniciativa en la Sala
de las Columnas del edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, Konecta
se ha visto obligada a posponer sin fecha su ubicación en Caspe como
consecuencia de la actual situación económica, según confirmaron a este diario
fuentes de la compañía. "La de Zaragoza es una zona interesante para
nosotros y nos gustaría tener un centro ahí, pero hoy no tenemos un proyecto de
negocio para consolidar", apuntaron desde Konecta. "El proyecto no
está desechado, simplemente está paralizado", precisaron.
La firma del protocolo
Dirigentes de Konecta y del Ejecutivo aragonés firmaron el 17 de
abril de 2007 un protocolo para "favorecer la instalación" de la
compañía. Un "primer paso" para el desembargo del grupo en la
comunidad autónoma tras el que -indicaron- se abriría un plazo para estudiar la
viabilidad económica de abrir un centro de trabajo en Caspe. Fuentes de la
empresa indicaron que en las instalaciones podrían trabajar unas 200 personas,
el tamaño de un centro medio del grupo, y que una vez elegido el emplazamiento
su puesta en marcha podía tardar entre nueve y catorce meses.
En aquel acto intervinieron el presidente del Gobierno de Aragón,
Marcelino Iglesias, y el presidente de Konecta, José María Pacheco, pero
también estaban presentes el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Alberto
Larraz, y la alcaldesa de Caspe, Teresa Francín.
En la presentación, Pacheco no dio muchos detalles del proyecto,
pero sí destacó que "somos una compañía joven, pero ya fuerte a nivel
accionarial y de volumen de facturación". La plantilla de Konecta, informó
entonces, contaba con unos 12.000 trabajadores -"el 50% son fijos",
precisó-, de los que el 75% eran mujeres.
La compañía
La radiografía de esta compañía de servicios no ha cambiado
demasiado, según apuntaron fuentes de la misma a este periódico, que precisaron
que Konecta no solo trabaja en telemárquetin y que sigue ofreciendo servicios
de atención a clientes de firmas financieras, de seguros y de otros sectores de
actividad, pero que al haber caído la actividad su negocio también ha
disminuído. "Nuestro negocio es resultado del consumo final y por eso
notamos lo que está pasando", señalaron. El número de puestos de trabajo
del grupo, dijeron también, se ha mantenido en términos generales a pesar de la
crisis y la firma sigue con su actividad en otros países (Chile, Argentina,
México, Reino Unido, Marruecos y Portugal).
La alcaldesa de Caspe, Teresa Francín, lamentó que el proyecto no
siga adelante, reconoció que Konecta "nunca ha dicho que ya no vayan a
venir" y apuntó que esta instalación seguía a otra que la compañía había
anunciado para la localidad extremeña de Almendralejo (que ya está en marcha).
Asimismo, recordó que a Konecta se le ofreció instalarse en el proyectado
Centro Tecnológico y Textil de Caspe, una iniciativa que nunca llegó a cumplir
los objetivos pero que dejó una nave que podía ser utilizada perfectamente por
una empresa de servicios.
En la consejería de Economía del Gobierno de Aragón, que había
trabajado para facilitar la instalación de Konecta en Caspe y cuyo consejero,
Alberto Larraz, participó en la firma del protocolo de abril de 2007,
informaron que la compañía ha decidido desistir del proyecto. "Es una
decisión empresarial", señalaron.