martes, 22 de febrero de 2011

FAYÓN, UNA VEZ MÁS

Parece mentira como se puede maltratar a un pueblo que lo dio todo en su día hace ya unas décadas en aras del bien común. Corría el año 1967 y los fayonenses vieron como desaparecía su pueblo, el que durante siglos habitaron los antepasados de aquellos habitantes de los sesenta, el bien de otros tuvo un sacrificado, Fayón.


De un día para otro 1300 habitantes tuvieron que tomar el duro camino de la emigración, Zaragoza, Madrid y especialmente Barcelona, atrás dejaron sus recuerdos, sus casas su forma de vida, vida que ya no era posible en su pueblo.

Unos pocos, apegados a su tierra, no quisieron marcharse y tomaron la decisión de trasladarse a un nuevo pueblo, lejos de la orilla del río, tal vez, confiaron que algún plan de reposición les diera la oportunidad de rehacer sus vidas lejos del río y de la forma de vida que habían conocido, ¡nada más lejos de la realidad!.

Fueron abandonados a su suerte, casi sin tierras de regadío, ninguna empresa, lejos de cualquier vía de comunicación importante, no contaron con la voluntad de aquellos fayonenses, aferrados a su tierra, a sus costumbres, apenas cuatrocientos decidieron que seguirían en “su” Fayón natal.

Desde 1967, han ido reivindicando la deuda histórica, en 2003, Fayón, su ayuntamiento, consiguió 9,5 millones de euros del gobierno central para construir un puente que los sacaría del aislamiento, solo faltaba la aportación del Miner; alguien se encargó de que aquél proyecto no se llevara a cabo. Más tarde la posibilidad de un parque eólico, no pudo ser, y Fayón vio como si era posible, ubicar los molinos a unos metros de su término, en Cataluña.

Recientemente y tras cinco años de elaboración, otro proyecto, Fayón soñó de nuevo, la ubicación en su término municipal de una Central Térmica de Ciclo Combinado (CTCC), similar a la de Escatrón, todo en marcha, la financiación esperando para iniciar las obras, y esta vez de nuevo desde el Ministerio de Medio ambiente se dice que NO, que no puede ser.

Ante este nuevo agravio el consistorio convocó a los vecinos el sábado 19 de Febrero para informar de las gestiones realizadas, todos los concejales presentes, la empresa que realizó el proyecto, en las butacas del cine los habitantes de Fayón que escucharon con todo lujo de detalles el exhaustivo informe elaborado por el Ayuntamiento, de nuevo, “fustración”.

Ahora, el gobierno municipal no ceja en su empeño de sacar adelante a su pueblo, la esperanza está depositada en una central de biomasa, parece que es posible, solo unos detalles y en uno o dos años podría ser una realidad, 15 puestos de trabajo directos, otros 10 indirectos y 35 en el cultivo de los vegetales necesarios para el combustible, además la posibilidad de ubicación de alguna empresa que utilizan el calor residual de este tipo de centrales.

Fayón sueña otra vez, esta debe ser la buena no se puede permitir sumir de nuevo en la desesperación a estas gentes


Estas fueron las consideraciones finales realizadas por el Ayuntamiento ante la asamblea de vecinos

CONSIDERACIONES FINALES
Las consideraciones que hace este Ayuntamiento de la lectura de la Resolución, de todo lo acontecido en las reuniones celebradas con los diferentes organismos oficiales (Inaga y Ministerio) y las Empresas Endesa Generación, y Procure Energía, así como de lo publicado en prensa por los colectivos ecologistas en relación con la Central de Ciclo Combinado de Fayón, son las siguientes:
Primera:
Nula atención al significado social y económico de la Central para nuestro municipio
Una de las grandes ausencias en el Estudio de Impacto Ambiental, es la no consideración de los valores antrópicos, culturales, sociales y económicos de los humanos que vivimos en el lugar, los cuales hemos sido celosos guardianes de nuestro territorio, cultivándolo y preservándolo a lo largo de los siglos, en convivencia con el medio natural.
El problema es que como no es parametrizable ni mesurable, nadie evalúa el daño o perjuicio que se causa, priorizándose a veces de forma fundamentalista al animal, al vegetal, al insecto, sobre los hombres y mujeres, y cerrándose a soluciones de nuevas tecnologías. En el Estudio de Impacto Ambiental, no consta porque no se le da cabida, al peligro de extinción real del municipio Fayón, más próximo quizás que el fin del Avetoro común, la Garcilla cangrejera, el Águila Azor perdicera, o la Margaritífera auricularia y de no tomar medidas al respecto, es posible que dentro de pocos años sus habitantes se vean en la primera línea del catálogo de especies en peligro de extinción.
Segunda:
Posicionamientos apriorísticos y convencionales
En la actualidad, son cada vez más frecuentes las intervenciones de ingeniería medioambiental, que desarrollan proyectos que se adaptan al medio ambiente natural, para recoger nuevas actividades necesarias para el desarrollo social, en una forma compatible e incluso potenciadora de los sistemas naturales, y es lamentable ver la postura de los colectivos ecologistas tan alejada de una gestión moderna del Medio Ambiente.
Tercera:
Concepción restrictiva de la relación Paisaje- Industrial-Turismo
Es un mal entendido muy extendido, que arranca de unos precedentes nefastos entre industria y paisaje, el considerar que estos sean incompatibles entre sí. Para la Central, se realizó un proyecto de integración paisajística, basado en el tratamiento cromático con colores puros de los elementos que caracterizan la Central: torres de refrigeración, turbinas, chimeneas y torres eléctricas rediseñadas con este objetivo, y fundiendo el resto con el paisaje de fondo, mediante el uso de una paleta de grises y marrones. El estudio de impacto visual, se desarrolló desde los puntos de vista de mayor visión, apareciendo como una escultura cromática que se proyectaba sobre un fondo de bancales y colinas.
Además, se ha desarrollado el estudio de viabilidad del Parque de las Energías en relación con la Central, el río y el paisaje agrícola que caracteriza este lugar. El resultado, es un paisaje donde lo artificial y lo natural, se conjugan perfectamente para potenciar un paisaje acorde al siglo XXI. No es acaso la lámina de agua artificial debida a la presa de Ribarroja, y sin embargo todo el mundo la acepta como natural, no es un elemento básico del paisaje de este sector, la boca del túnel del ferrocarril, (según el razonamiento de incompatibilidad de algunos colectivos entre industria y turismo debería ser dinamitado). En Fayón, la historia es tan interesante como la naturaleza. No es lógico magnificar la artificialidad del pasado y negar la del presente y el futuro.
Cuarta:
Deficiencias y escaso seguimiento del Estudio de Impacto Medioambiental
De la lectura de la declaración se deduce la dureza del mismo, alegando que el estudio presentado, no satisface las demandas de la administración, que las soluciones aportadas no han sido suficientes para vencer las resistencias que la complejidad del lugar genera, y que quizás el diálogo entre la administración y el promotor, no han sido lo fluidas y cuidadas que la singularidad de la situación requería.
Por otra parte cabe considerar, que pertenecer todo el término municipal a la Red Natura 2000, y estar dentro de una ZEPA, o un LIC, supone una gran desventaja para el desarrollo del municipio, por los muchos impedimentos que se deben superar. Al estar sometido todo a Estudio de Impacto Medioambiental, ocasiona un grave perjuicio, por lo costosos que resultan los trámites para posibilitar inversiones en la zona. Ello no solo nos condena al estancamiento, sino que nos hipoteca el futuro de por vida.
Quinta:
Incertidumbre en el futuro fayonense
Tras la inundación del antiguo pueblo en el año 1967 por el embalse de Ribarroja, que lanzó a la emigración forzada a 1300 vecinos por la falta de planes de restitución, la construcción de esta Central significaba una luz al final del largo túnel de nuestra maltratada historia.
Ahora la negativa a la Central, no solo supone la pérdida de importantes proyectos industriales y turísticos asociados a la misma, sino también económicos y sociales que hubieran dinamizado la economía local y comarcal, con la consiguiente creación de empleo tan necesario en estos tiempos.
No se pueden crear falsas expectativas de futuro ni tirar por la borda años y años de trabajo de gentes sencillas que luchan incansablemente por tener un futuro digno, y es inaceptable que en pleno siglo XXI se den situaciones tan injustas como las que ha tenido que soportar el municipio que se sacrificó por la producción de la energía hidráulica.
Fayón exige apoyo y amparo a la libertad y a la justicia. Libertad para construir su merecido futuro sin sobresaltos, y justicia para remediar situaciones como la actual que por causas medioambientales, o de coyuntura económica y energética no se pueda construir esta Central que apoyaron sin reserva la práctica totalidad de los fayonenses por creer que era su esperanza de futuro.
Por ello, Endesa tiene la obligación moral de compensar en su justa medida a nuestro municipio, con otros proyectos e inversiones, y el Gobierno Central y el Autonómico a darle su incondicional apoyo, en solidaridad con el municipio que nunca debió perder el pulso de vida, que le arrebato el progreso ajeno.