Tal vez sea una exageración, o tal vez no, pero la sensación de que algo “raro” pasa en Caspe está en la calle, las leyendas o no leyendas si no realidades corren por doquier, supone un potencial problema que puede desencadenar un conflicto en cualquier momento.
Si la Junta de seguridad local funciona, debería reunirse y tomar las medidas necesarias para que no siga corriendo que en Caspe no se hace nada contra aquellos que diariamente están vulnerando el derecho a la propiedad.
El día 21 de Febrero, domingo, Heraldo de Aragón publicaba una pequeña nota de dos detenidos “in fraganti” robando en automóviles.
Cada día tenemos comentarios de robos en casas aisladas, incluso en casas habitadas, lo de los comercios es evidente, alguno incluso ha colgado el cartel de “cerrado” por robo, la inquietud en la ciudadanía va creciendo y especialmente la sensación de que NO SE HACE NADA.
Hay testimonios de afectados por esos robos, y son varios, a los que las fuerzas de seguridad ni siquiera han acudido a ver los desperfectos, y lo que es más grave han aconsejado no presentar denuncia.
En marzo o abril, vendrá el Delegado del Gobierno en Aragón, reunirá a la Junta de Seguridad y tras recibir los informes saldrá a reunirse con la prensa para decirles que Caspe es una balsa de aceite, que no hay apenas incidencias y que los partes de denuncias están muy por debajo de la media en Aragón.
Está claro que algo no funciona bien, por una parte el ciudadano tiene la sensación y numerosos testimonios de amigos, familiares y vecinos de la gran cantidad de robos que se producen a diario, por otra los representantes de la seguridad ciudadana aseguran que “todo va bien”, algo no funciona, pero en 2009 a un ganadero le faltaron casi 300 pollos, y pudieron contarlos porque las cabezas arrancadas las dejaron en la granja. En otra granja de cerdos desaparecieron varias decenas de animales. En las casas aisladas ya nadie se atreve a dejar ni siquiera la azada, han desaparecido motocultores desbrozadotas …., Alguno se ha encontrado con la desagradable visita de los destrozadores, puertas, interiores, y se asegura que no han presentado denuncia por las dificultades que les han puesto para hacerlo.
Es de suponer que las motos que tiene ahora la Policía Local serán para vigilar esas zonas de casas para evitar que sigan los robos, otra función dadas las circunstancias sería difícil de justificar.
Todo esto en una época tranquila. Si así está la situación, que pasará cuando llegue la primavera y con ella la afluencia de ciudadanos en busca de trabajo; trabajo que no siempre pueden conseguir, y ahora con la situación económica todavía menos. Si no se toman medidas preventivas, corremos el riesgo de que el conflicto haga acto de presencia. Esconder la cabeza bajo el ala no es prudente, creerse que aquí no pasa nada y todo está bajo control es un riesgo muy grande, y no es cuestión de salir a la calle avasallando de forma ostensible. No, la efectividad debe ser más discreta y no tanto de cara a la galería, el que circula tranquilamente por la calle es que no tiene miedo porque no ha hecho nada malo, el que lo hace se vale de las sombras.
